Tardé tiempo en descubrirlo, tus ojos eran marrones pero tenías una mancha peculiar en la pupila, pequeña y un poco más oscura, que de besos me costó darme cuenta de ese antojo de tu mirada, como una hoja de otoño, te dije, que nunca terminó de caer, la tuya ya nunca fué para mi una mirada más, podía pasarme horas perdido en ella, sosegado por tu aroma a vainilla, en paz con tus caricias, convertido en vapor con tus manos... pero hablo en pasado.
......
Ya no saboreabamos la compañía del otro como antes, desvaríos del destino quizás, fuimos dejando heridas que nunca terminaron de cicatrizar, errores en realidad perdonables pero que se fueron convirtiendo en traiciones, abrieron una zanja y con el tiempo un abismo entre los dos. Todavía me culpo a mi mismo de no ceder en mi orgullo, de derramar las lágrimas en secreto, de no dejar lo pasado por pasado, y me costó un otoño, el tuyo, y aquella hoja que nunca terminó de caer.
5 comentarios:
Precioso relato. El mensaje de las miradas es muy hermoso...como decía el poeta, es tan corto el amor y es tan largo el olvido.
Besos
Las pocas entradas que leí, me gustaron, sin duda, tienes estilo.
Te sigo (;
Por cierto, gracias por pasarte por mi blog :) No es gran cosa, pero bueno..
Un saludo(L
Precioso!!!!!!
Me emocione, como hacia muchoo que no me emocionaba contigo (todo el tiempo que hacia que no leia nada hecho por ti)
Ains, tengo ganas de verte!!
Se te ha quedado bien el blog, pero un poco sobrio, metele un tono de color, alegria, que falta nos hace, guapo :)
Mucho besos!! n_n
Muy bonito... escueto y sincero ;)
Publicar un comentario